La vida no es fácil, cada año que pasa se hace más y más difícil. Lo curioso es que nosotros mismos la complicamos mil veces más con toda esa basura volando sobre nuestra mente. Sin motivos, sin explicación coherente nos amargamos por días, semanas, meses e incluso años enteros.
Cada vez me especializo más en tratar a clientes con problemas sentimentales medios y muy a menudo severos. Empatizo con relaciones destruidas, dependencias emocionales graves, amores imposibles y un sinfín de infiernos que desde el exterior tienen una solución sencilla, aceptación y desapego, pero desde dentro, eso es otra historia.
Cuando estamos inmersos en la mierda, cuando nos sentimos en un agujero negro donde no vemos una salida, por mucho que nos digan que la felicidad está ahí, nosotros nos perdemos más y más en el laberinto.
No me voy a centrar en técnicas de terapia cognitiva o emotiva conductual y esas movidas. Realmente pienso que estas terapias son claves para volver a encontrarnos nosotros mismos. Si te encuentras en esta situación, por favor, busca ayuda profesional, es el mejor consejo que te voy a dar en este artículo.
Sin embargo, quiero hablarte de un concepto que es clave y base en nuestra introspección personal. Un concepto que sé que odiarás y te producirá náuseas antes de aprender a amarlo.
Aceptación y Desapego
Te has echado las manos a la cabeza, seguro. ¡No! Aceptación. ¡Otra vez no! No tengo duda de que es el pensamiento que te ha venido a la mente.
Entiendo que es un concepto extremadamente duro de asimilar. Pero normalmente, es un concepto muy mal entendido a priori.
Las corrientes de superación y desarrollo personal de hoy en día nos llevan a un mundo de estrés y auto-exigencia infinito si no aprendes a poner un límite coherente. Sé que no es fácil, sé que la motivación para conseguir tus sueños es esencial. Pero antes de sumergirte en tu proyecto de evolución, parte de aquí, esta es la base para un desarrollo saludable.
Por supuesto, esto va en contra de la filosofía de los buhoneros y vende humo que forman el coaching de hoy en día.
Aceptar No es No hacer nada
Muchos confunden la aceptación con no hacer nada. Otros piensan que cuando te pido que aceptes te estoy diciendo que no busques tu superación. Aceptar que no soy listo, aceptar que no tengo un buen trabajo, aceptar que no puedo cambiar nada.
¡No, imbécil! No te enteras de nada
Aceptar no es quedarte de brazos cruzados. No tiene nada que ver con tomar acción o no, ese es otra cuestión de la que no hablaremos hoy.
La aceptación y desapego es la base de la acción. Siempre se parte desde la aceptación de la situación actual. Es la base para que el proceso de evolución o transformación sea limpio, sano para tu cuerpo y saludable para tu mente.
Aceptar la situación actual hará sentirte bien con quién eres y con lo que tienes, te permitirá trabajar en el proceso sin que te afecte el resultado, la transformación no significará una apuesta que tienes que ganar sí o sí.
Acepta que no puedes ganar siempre. Acepta que siempre hay factores externos que no entran en tus planes, situaciones de la vida que tú no puedes controlar que pueden llevar al traste tu proyecto.
La aceptación consiste en hacer una apuesta segura. Tendrás paz mental y serás feliz consigas tus objetivos o no.
Aceptar No es Resignarse
La aceptación y desapego muchas veces se confunde con la resignación. Es más, si estás en terapia es posible que estés tratando de asimilar el concepto de aceptación. Estoy seguro que tan solo escuchar esa palabra te genera ansiedad, odio y repudio.
Te entiendo y es muy normal.
Dentro del agujero negro es muy complicado hacer los clicks necesarios para entender el concepto, trabajarás con ella, pero estarás sumergido en la resignación.
La resignación es joderte con lo que hay.
La resignación contiene gran carga emocional, en contrario, la aceptación está limpia de carga emocional.
Entonces, ¿Qué es La Aceptación?
Aceptar es sentirte bien contigo mismo y ser consciente de que no puedes controlar todas las cosas…
- La aceptación y desapego consiste en convivir con tus perfectas imperfecciones.
- Entender que errar es de humanos, errar mucho es de humanos.
- Perdonar tu pasado para afrontar tu futuro, aprovechando tus nuevas oportunidades.
- La aceptación es tolerancia.
Aceptar la muerte de un familiar, que una relación no funciona , que quizás nunca seas el batería de Metallica y que no tengas la cartera de Bill Gates.
¿Qué Impide la Aceptación?
Las distorsiones cognitivas, nuestras creencias irracionales, los pájaros que tenemos en la cabeza…
Los extremos: Los extremos son siempre peligrosos, verlo todo en blanco o negro, todo o nada, siempre o nunca… Los absolutos nunca son realistas. La vida está formado por una infinidad de grises.
Tus Filtros Psicológicos: Tú no eres tus fracasos. Tú no eres tus victorias.
Auto-Exigencias: Muy a menudo nos maltratamos y nos auto-castigamos con la tiranía de los “Debería”. Hablarte de esa forma tan imperativa conduce a un auto maltrato psicológico por intentarnos marcar objetivos muy normalmente irreales.
Los “debería” conducen a la frustración porque condicionan tus expectativas negativamente. Las cosas dejan de hacerse por placer, sino por obligación.
Cambia los “debería” por “me gustaría”.
Eso hace cambiar el cuento de la película.
Ten en cuenta que las exigencias de los debería no siempre están enfocados en ti mismo sino que también los atamos a otras personas… “debería haberme recogido en el trabajo”, “debería no haber llegado tarde hoy”….
Culpabilidad y victimismo: Está muy unido con nuestras propias exigencias. Queremos darnos poder sobre humano y a veces incluso divino.
Nos queremos dotar de un perfeccionismo normalmente tan irreal que pensamos que somos Dioses. No amigo, somos personas y como todo el mundo nos equivocamos.
Es normal tener conciencia de nuestros errores, lo que no es normal es castigarnos a nosotros mismos mil veces por el mismo error.
El victimismo y la culpabilidad minan nuestra auto-estima, nos hacen ir cabizbajos por la vida y nos da la sensación irracional de que no somos válidos.
Etiquetas: Cuántas veces nos metemos inconscientemente en el subconsciente que somos algo que no somos. “Soy mal padre”, “Soy un fracaso”, “No soy apto”.
Las etiquetas no son reales, son extremos y como extremos no existen en el universo, todo el mundo comete errores, nadie es perfecto. Pero si te paras a pensar hay muchas cosas que haces muy bien y eso te convierte en más que apto.
Conclusión
Trabajar en la aceptación no es un proceso sencillo.
Hay que realizar una profunda introspección y aprender a quererte, aprender a unirte a tus errores.
Aprender que eres un ser único dentro de una especie en la que todos tenemos similares comportamientos.
Mímate y ámate. Si no lo haces tú, quién lo va a hacer
Consultoría Emocional de SoyGuapo.com
En SoyGuapo tenemos experiencia en consuelo emocional, fortalecimiento de auto estima, relaciones tóxicas y muy tóxicas y resolución de problemas de pareja.
Hace tiempo que atendemos a clientes dentro de auténticos infiernos emocionales. Nuestra perspectiva muy humana se basa en el entendimiento del problema y la aplicación de herramientas de terapia cognitiva y PNL.
No dudes en contactarnos contándonos en qué podemos ayudarte. Contestamos a todos nuestros emails.
Con mucho amor, ¡Guaperas!
Interacciones con los lectores